Éste es el eslogan que rezaba un escaparate que vi en mi último viaje a Amsterdam y fue un guiño para recordarme que a la vuelta a casa me esperaba un interesante curso de estilismo culinario organizado por Cityshopping.
El verano pasado ya compartí con vosotr@s mi experiencia culinaria madrileña aprendiendo a hacer sushi (aquí) pero esta vez le llegó el turno a otra ciudad y a otro sabor: Valencia y el dulce, concretamente el de los riquísimos cupcakes.
El sitio elegido fue My little republic, un local muy chic donde organizan todo tipo de talleres y de donde compré también unos chulísmos moldes de cupcakes al final del curso.
Las responsables del curso, Elena e Isabel de Cityshopping, nos habían preparado con mucho esmero todos los ingredientes y utensilios necesarios para empezar a trabajar. La profesora encargada de impartir el curso fue la experta repostera Beatriz Zapater.
El tiempo pasó volando mientras estábamos inmersas en el proceso de elaboración y decoración de los cupcakes, a la vez que tomábamos apuntes, sacábamos fotos y nos reíamos de nuestras proezas culinarias.
Mi parte favorita del curso fue, por supuesto, la decoración. Cuando me anime a hacerlos en casa, pienso buscar unas letras decorativas, y comestibles, of course, para escribir cosas graciosas como "Love is sweet" o, ¿por qué no? ..."Elettra Forever". :-)
Lo más divertido e inesperado del curso fue conocer en persona a las simpatiquísimas Macarena, Teresa e Isabel, compañeras blogueras con las que compartí mesa. Aprovecho desde aquí para enviarles un fuerte abrazo. :)
Como curiosidad, nos sorprendió el original tatuaje de una compañera de curso que, con permiso de los cupcakes, protagonizó el momento paparazzi de la mañana. ¡¡Ésa sí es auténtica pasión por los cupcakes!!
El eslogan que vi en ese escaparate resume muy bien la idea de la felicidad, es todo aquello que rompe con la rutina, que hace que un día sea diferente al resto. En este caso ha sido un CUPCAKE.
El verano pasado ya compartí con vosotr@s mi experiencia culinaria madrileña aprendiendo a hacer sushi (aquí) pero esta vez le llegó el turno a otra ciudad y a otro sabor: Valencia y el dulce, concretamente el de los riquísimos cupcakes.
El sitio elegido fue My little republic, un local muy chic donde organizan todo tipo de talleres y de donde compré también unos chulísmos moldes de cupcakes al final del curso.
Las responsables del curso, Elena e Isabel de Cityshopping, nos habían preparado con mucho esmero todos los ingredientes y utensilios necesarios para empezar a trabajar. La profesora encargada de impartir el curso fue la experta repostera Beatriz Zapater.
El tiempo pasó volando mientras estábamos inmersas en el proceso de elaboración y decoración de los cupcakes, a la vez que tomábamos apuntes, sacábamos fotos y nos reíamos de nuestras proezas culinarias.
Mi parte favorita del curso fue, por supuesto, la decoración. Cuando me anime a hacerlos en casa, pienso buscar unas letras decorativas, y comestibles, of course, para escribir cosas graciosas como "Love is sweet" o, ¿por qué no? ..."Elettra Forever". :-)
Lo más divertido e inesperado del curso fue conocer en persona a las simpatiquísimas Macarena, Teresa e Isabel, compañeras blogueras con las que compartí mesa. Aprovecho desde aquí para enviarles un fuerte abrazo. :)
El eslogan que vi en ese escaparate resume muy bien la idea de la felicidad, es todo aquello que rompe con la rutina, que hace que un día sea diferente al resto. En este caso ha sido un CUPCAKE.
¿Qué será lo siguiente?
HASTA PRONTO
:-)
HASTA PRONTO
:-)